Matemáticas en el siglo XXI

 

El 1 de enero de 1801 el astrónomo italiano Giuseppe Piazzi observó la existencia de un nuevo cuerpo celeste. Cuarenta y dos días después, el 11 de febrero, el objeto desapareció. Piazzi ya había bautizado a su planetoide, se llamaría Ceres Ferdinandea, en honor al rey de Nápoles Fernando IV. Pero las observaciones de Piazzi no se mantuvieron el tiempo suficiente como para ver reaparecer a Ceres que había sido ocultado por la sombra del sol. En el verano de 1801 Gauss estaba estudiando los movimientos de la Luna, se enteró de la desaparición de Ceres y se interesó por el asunto. Decidió utilizar un procedimiento matemático totalmente nuevo para calcular la trayectoria de la órbita del desaparecido “planeta”.

Envió sus cálculos a uno de los mejores astrónomos de la época, quien el 7 de diciembre pudo comprobar que el trabajo de Gauss permitía redescubrir el asteroide perdido e inmediatamente publicó el método aplicado por el matemático con la siguiente nota: «Sin los agudos esfuerzos y cálculos del doctor Gauss quizá no hubiéramos vuelto a encontrar jamás a Ceres, la parte más bella del mérito le corresponde, por tanto, a él». El redescubrimiento de Ceres supuso para Gauss su consagración como científico y matemático.


In this century many advances and discoveries were made through calculations that allowed man to obtain knowledge and continue studying to advance new discoveries